Reducir la brecha de desigualdad y valorar la actividad de la mujer rural como productora de los alimentos para la familia platean en el día mundial y recuerdan, que es fundamental conseguir la igualdad de género y empoderar a las mujeres, como ingrediente principal en la lucha contra la pobreza extrema, el hambre y la desnutrición.
Cada 15 de octubre se recuerda a la mujer rural en su día internacional, la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) enfatiza en la labor de la mujer que representa para la sociedad en términos de producción agrícola, desarrollo sostenible y la seguridad alimentaria en los hogares.
También, se unen al clamor internacional por reducir la brecha en las desigualdades que permita la generación de ingresos y el fortalecimiento de capacidades para contribuir a erradicar la pobreza en comunidades postergadas desde la igualdad de género, se brinda asistencia a organizaciones de mujeres en el país.
La titular de la SAG, Laura Elena Suazo, señaló que “en el gobierno de la Presidenta Xiomara Castro, está por aprobar las nuevas políticas de Estado para el agro, vamos a lanzar el “Programa Agro Mujer”, y también lanzaremos un programa que es de “Agricultura Campesina” donde están los hombres y mujeres del sector reformado y las cooperativas de empresas campesinas”.
Aseveró que, para contribuir con la seguridad y soberanía alimentaria, se están generando tecnologías agrícolas que permitan a los productores ser más competitivos, contribuyendo con un crecimiento económico en los sectores rurales, con inclusión social, empoderamiento productivo y comercial de las organizaciones de las mujeres rurales”.
La SAG ejecuta diferentes programas y proyectos beneficiando a las asociaciones de mujeres, mediante la entrega del Bono Tecnológico Productivo (BTP), Bono Ganadero, Bono Cafetalero, Pro Occidente, ComRural, organización de cajas rurales, establecimiento de huertos familiares, procesos de ordenamientos pesqueros, entre otros.
Suazo destacó que “es prioridad para la Presidenta Castro poder brindar la asistencia a grupos de asociaciones indígenas, mujeres rurales que enfrentan una problemática de desigualdad de género, incluyendo el limitado acceso a créditos, bienes y servicios”.
ESTADÍSTICAS NEGATIVAS
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), una de cada cuatro mujeres de 15 a 24 años no estudia y están ocupadas, el 75% de ellas se dedican a cuidar; para el 2021, el total de mujeres del continente se consideró que el 51% no tuvieron participación laboral y el 12.7% se encontraba desocupadas.
Las mujeres rurales -una cuarta parte de la población mundial- trabajan como agricultoras, asalariadas y empresarias. Labran la tierra y plantan las semillas que alimentan naciones enteras. Además, garantizan la seguridad alimentaria de sus poblaciones y ayudan a preparar a sus comunidades frente al cambio climático.
Sin embargo, como señala ONU Mujeres, las campesinas sufren de manera desproporcionada los múltiples aspectos de la pobreza y pese a ser tan productivas y buenas gestoras como sus homólogos masculinos, no disponen del mismo acceso a la tierra, créditos, materiales agrícolas, mercados o cadenas de productos cultivados de alto valor. Tampoco disfrutan de un acceso equitativo a servicios públicos, como la educación y la asistencia sanitaria, ni a infraestructuras, como el agua y saneamiento.
Las barreras estructurales y las normas sociales discriminatorias continúan limitando el poder de las mujeres rurales en la participación política dentro de sus comunidades y hogares. Mundialmente, con pocas excepciones, todos los indicadores de género y desarrollo muestran que las campesinas se encuentran en peores condiciones que los hombres del campo y que las mujeres urbanas, señalan.
Exhorta en el Día Internacional a no olvidar sus demandas, apreciar a su labor en el suministro de alimentos y servicios en zonas menos desarrolladas y a reivindicar unas zonas rurales en las que puedan contar con las mismas oportunidades que los hombres.
Fuente: https://www.latribuna.hn/